Investigadores del Instituto Peruano de Orientación Psicológica (IPOPS), acaban de publicar un estudio titulado “Características de los programas de salud mental de pregrado y segunda especialidad en el Perú: un estudio transversal” en Human Resources for Health, una prestigiosa revista de salud pública que está indizada en SCOPUS (Q1).
Este estudio tuvo como objetivo describir la oferta de formación y la disponibilidad de profesionales requeridos por el Ministerio de Salud para el manejo de problemas de salud mental en la comunidad.
¿Qué encontramos?
A nivel nacional, se encontraron 214 programas de pregrado ofrecidos en 64 universidades. El 39% de la oferta nacional en educación en salud mental se encuentra en la capital del país, en su mayoría programas de psicología y tecnología médica, mientras que el 33% de todos los programas de pregrado en salud mental son ofrecidos por universidades públicas, en su mayoría programas de trabajo social. En cuanto a los costos por semestre, las universidades privadas pueden oscilar entre 1,8 y 29,5 salarios mínimos (USD 409,50 a USD 6863,75), dependiendo de la carrera, siendo más costosas las carreras de medicina y psicología.
Nuestro análisis incluyó 55 programas de especialidad, de los cuales el 47% se ofrecen en la capital de Perú y el 51% provienen de universidades públicas, donde los médicos y enfermeras fueron los principales destinatarios de los programas. En cuanto a los costos por semestre, las universidades privadas pueden oscilar entre 3,5 y 51,6 salarios mínimos (USD 825 a USD 11 986), siendo más costosas las carreras de medicina y enfermería. Por otro lado, la duración de los programas oscila entre 1 y 3 años.
En cuanto a los programas de subespecialidades, se encontró que 7 programas son exclusivamente para médicos, todos ubicados en la capital y con un 43% provenientes de universidades públicas, mientras que el costo en universidades privadas puede oscilar entre 22,5 y 39,3 (USD 5238 a USD 9138) salarios mínimos con una duración de 2 años.
¿Qué implicancias tiene en la salud pública?
La escasez de personal impide la expansión de la atención de la salud, la implementación de políticas y la estructuración de los sistemas de salud. Una propuesta para aumentar el acceso a los programas de formación es descentralizar la oferta y evaluar la pertinencia de los criterios de selección y admisión. Un referente para aumentar el acceso a la educación superior fue Brasil, que financió una red de universidades públicas y trató de consolidar la educación a distancia. Otra estrategia para abordar las barreras geográficas es el modelo de aprendizaje electrónico. Sin embargo, esta opción requiere acceso a Internet, dispositivos electrónicos, personal especializado para diseñar los programas, adaptar el e-learning a la realidad de los participantes y capacitar a los maestros. Además, para asegurar la permanencia de los estudiantes universitarios, se pueden implementar becas que ayuden a cubrir ciertos gastos de la vida universitaria como lo hizo Chile o ampliar la educación haciendo que el sistema de salud central o regional establezca alianzas o apoye a los postulantes con el pago de programas existentes en universidades privadas.
Por otro lado, el reparto de tareas es una respuesta alternativa a la escasez de personal que se ha implementado en los países de bajos y medianos ingresos, ampliando el acceso a la atención de la salud mental y disminuyendo la brecha de tratamiento. Su enfoque está basado en la comunidad y permite la colaboración entre profesionales de la salud y no especialistas aumentando la disponibilidad de personal. Sin embargo, su eficacia depende de la financiación, la formación continua y la participación activa de los líderes comunitarios y otras partes interesadas.
¿Quiénes lo hicieron posible?
Felicitamos a los investigadores de IPOPS
Jackeline García-Serna, Guillermo Almeida-Huanca, Ana Lucía Vilela Estrada y David Villarreal-Zegarra por la publicación de este importante estudio. Además, felicitamos a los coinvestigadores del estudio Jeff Huarcaya-Victoria y Jessica Hanae Zafra-Tanaka.
Pueden leer el artículo completo en: https://human-resources-health.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12960-023-00805-9
Nota: Portada del artículo publicado.
Nota: Distribución de los programas de pregrado y segunda especialidad por región.
Autores
Jackeline García-Serna1
Guillermo Almeida-Huanca1
Jeff Huarcaya-Victoria2,3
Ana Lucía Vilela Estrada1
Jessica Hanae Zafra-Tanaka4
David Villarreal-Zegarra1,5
Filiaciones
1 Instituto Peruano de Orientación Psicológica, Lima, Perú.
2 Escuela Profesional de Medicina Humana, Universidad Privada San Juan Bautista, Filial Ica, Ica, Perú.
3 Unidad de Psiquiatría de Enlace, Departamento de Psiquiatría, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, EsSalud, Lima, Perú.
4 Escuela de Medicina, Universidad Científica del Sur, Lima, Perú.
5 Centro Sudamericano de Educación e Investigación en Salud Pública, Universidad Privada Norbert Wiener, Lima, Perú.
Correspondencia
davidvillarreal@ipops.pe