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mayo 2023

Perfiles de sintomatología depresiva en el Perú

By Artículos científicos, Investigación, Unidad de investigación en salud mental

Investigadores del Instituto Peruano de Orientación Psicológica (IPOPS), acaban de publicar un estudio titulado “Perfiles de sintomatología depresiva en el Perú: un análisis de 8 años en encuestas de base poblacional” en Journal of Affective Disorders, una prestigiosa revista de salud pública que está indizada en SCOPUS (Q1).

¿Por qué se realizó el estudio?

El trastorno depresivo mayor (MDD, por sus siglas en inglés), una de las enfermedades más comunes en todo el mundo, puede tener hasta 14,528 combinaciones de síntomas diferentes que se ajustan al diagnóstico de MDD. Esto se debe a la «heterogeneidad encubierta» que resulta en que el MDD se evalúa en función de la suma de puntuaciones de gravedad de síntomas dispares, obteniendo una puntuación total. Dependiendo del punto de cohorte de estas puntuaciones totales, los individuos se clasifican como deprimidos o no deprimidos, lo que puede provocar que se pasen por alto importantes diferencias entre individuos deprimidos.

La heterogeneidad sintomática del MDD podría ser tan amplia que dos pacientes diagnosticados con este trastorno pueden no tener ningún síntoma en común. Esto puede generar diferentes perfiles de MDD, cada uno de los cuales se asocia con factores de riesgo específicos y puede ser clínicamente relevante. A pesar del creciente cuerpo de investigación sobre la depresión, comprender la heterogeneidad de los síntomas depresivos y la identificación de factores asociados con diferentes perfiles de síntomas sigue siendo un desafío crítico, y se ha observado una brecha de conocimiento en este campo en países de ingresos bajos y medios como Perú.

Por lo tanto, se realizó un estudio en Perú para comprender los perfiles de síntomas depresivos y los factores asociados a ellos, lo que puede proporcionar información valiosa sobre los grupos de síntomas depresivos en la población general en Perú.

¿Qué encontramos?

Este estudio analiza los perfiles de síntomas depresivos en la población peruana entre 2014 y 2021, utilizando una muestra de 258,432 participantes. Se identificaron 512 posibles combinaciones de síntomas depresivos, pero solo las diez combinaciones más frecuentes tuvieron una prevalencia de al menos el 1% de la población. El análisis de clases latentes determinó que el modelo de tres clases era el más apropiado y se definió el nombre de cada clase según la intensidad de los síntomas depresivos (ausencia de síntomas, síntomas leves y síntomas moderados-graves).

Se encontró una asociación significativa entre la gravedad de los síntomas depresivos y las características sociodemográficas, como género, edad y riqueza. Las mujeres y las personas mayores tenían una mayor probabilidad de pertenecer a una clase con síntomas depresivos más graves, mientras que el mayor índice de riqueza se asociaba con una menor probabilidad de tener síntomas depresivos.

¿Qué implica?

El estudio propone que, aunque los síntomas depresivos pueden agruparse en diferentes combinaciones, en Perú se reduce a un fenómeno que depende principalmente de la intensidad de los síntomas depresivos. Los resultados sugieren que la diferenciación de la depresión no se encuentra en el agrupamiento de síntomas somáticos o afectivos, sino en la intensidad con la que se presentan los síntomas. Se encontraron tres clases de depresión: sin síntomas, síntomas leves y síntomas moderados a graves. Estas clases son consistentes con las categorías establecidas por los puntos de corte sin haber realizado este procedimiento. El estudio concluye que los resultados son similares a otros estudios que también identificaron modelos de tres clases relacionados con la gravedad de los síntomas depresivos.

¿Quiénes realizaron el estudio?

Felicitamos a los investigadores de IPOPS David Villarreal-ZegarraSharly Otazú-Alfaro, Piero Segovia-Bacilio, Jackeline García-SernaC. Mahony Reátegui Rivera por la publicación de este importante estudio. Además, felicitamos al coinvestigador del estudio GJ Meléndez-Torres.

¿Dónde encuentro el estudio?

Pueden leer el estudio completo en inglés en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0165032723005396

Nota: Portada del artículo publicado.

Nota: Perfiles latentes identificados.

Autores

David Villarreal-Zegarra 1,2
Sharly Otazú-Alfaro 1
Piero Segovia-Bacilio 1
Jackeline García-Serna 1
C. Mahony Reategui-Rivera 1,3
G.J. Melendez-Torres 4

Filiaciones

1 Instituto Peruano de Orientación Psicológica, Lima, Peru
2 Escuela de Medicina, Universidad César Vallejo, Trujillo, Peru
3 Unidad de Telesalud, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Peru
4 Faculty of Health and Life Sciences, University of Exeter, Exeter, UK

Correspondencia

davidvillarreal@ipops.pe

Impacto estimado de la pandemia de COVID-19 en la prevalencia y tratamiento de síntomas depresivos

By Artículos científicos, Investigación, Unidad de investigación en salud mental

Investigadores del Instituto Peruano de Orientación Psicológica (IPOPS), acaban de publicar un estudio titulado “Impacto estimado de la pandemia de COVID-19 en la prevalencia y tratamiento de síntomas depresivos en Perú: un análisis de series de tiempo interrumpido en 2014-2021” en Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, una prestigiosa revista de salud pública que está indizada en SCOPUS (Q1). El objetivo del estudio fue estimar el impacto de la pandemia de COVID-19 en la prevalencia y el tratamiento de los síntomas depresivos utilizando encuestas representativas a nivel nacional en Perú.

¿Que encontramos?

Se identificó un aumento trimestral promedio del 0,17 %en la prevalencia de síntomas depresivos moderados después del inicio de la pandemia de COVID-19 (aproximadamente un aumento de 1583 casos nuevos de síntomas depresivos moderados por trimestre). El porcentaje de casos tratados por síntomas depresivos leves aumentó trimestralmente en un promedio de 0,46 % después del inicio de la pandemia de COVID-19 (aproximadamente un aumento de 1242 nuevos casos tratados por síntomas depresivos leves por cada trimestre).

¿Que implica?

Nuestro estudio reveló que hubo un aumento trimestral promedio sostenido (pendiente) de 0,17% en la prevalencia de síntomas depresivos moderados en Perú después del inicio de COVID-19, sin una tendencia significativa. Una explicación plausible para este hallazgo es que los síntomas depresivos moderados pueden no haber experimentado un aumento inmediato (primer trimestre después del inicio de COVID-19) sería que la mayoría de los casos comenzaron con síntomas depresivos leves y evolucionaron gradualmente a síntomas depresivos moderados durante los siguientes trimestres.

Nuestro estudio encontró una tendencia al alza en la proporción de casos atendidos por síntomas depresivos leves durante la pandemia, lo que sugiere que el sistema de salud peruano ha sido capaz de responder de manera sostenida a las necesidades de salud mental de la población y reducir la brecha de acceso al tratamiento. Hay evidencia de que la proporción de casos atendidos se mantuvo estable antes de la pandemia, lo que sugiere que la respuesta del sistema de salud durante la pandemia puede haber sido responsable de la reducción de la brecha de tratamiento. Durante la pandemia, el sistema de salud peruano implementó lineamientos específicos para el tratamiento de la salud mental de las personas con COVID-19, personal de salud y víctimas de violencia. Además, se incrementó el uso de las teleconsultas durante el primer año de la pandemia, junto con un aumento sostenido del presupuesto anual de salud mental. Sin embargo, no se identificó un aumento en la proporción de casos tratados con síntomas moderados o severos, por lo que aún es necesario desarrollar estrategias para promover el acceso al tratamiento en estos grupos.

¿Qué implicancias tiene en la salud pública?

Según datos del INEI, entre 2020 y 2021 Perú tuvo una población de aproximadamente 24 millones de habitantes de 15 años y más, por lo que un aumento trimestral de la población con síntomas depresivos moderados podría representar un problema de salud pública en el corto-mediano plazo. Cabe señalar que nuestra estimación es a nivel de la población general; estimaciones específicas para grupos vulnerables como personas de bajos ingresos, ancianos o mujeres podrían estimar un mayor riesgo. Se recomienda desarrollar y fortalecer políticas para la prevención de problemas de salud mental y la promoción del bienestar, para frenar el aumento de los casos de síntomas depresivos.

Durante la pandemia se incrementó el acceso de las personas a los servicios de telesalud a través de la adopción acelerada del uso de las tecnologías de la información y la comunicación, la flexibilización de la regulación de la telemedicina y un mayor presupuesto para su implementación a nivel nacional. Lo anterior se refleja en nuestros resultados en cuanto a la proporción de personas con síntomas depresivos que recibieron tratamiento, los cuales mostraron que no hubo una variación significativa en la tendencia, y en el caso de las personas con síntomas leves que fueron tratados, hubo un pequeño aumento. Estos pueden deberse, también, a que aumenta el número de Centros Comunitarios de Salud Mental para reducir las brechas en el tratamiento de salud mental en el sistema de salud peruano; sin embargo, aún es demasiado pronto para evaluar los efectos de la reforma de salud a nivel poblacional. El sistema de salud podría usar estos datos para regular sus estrategias de salud e implementar equipos de inteligencia para desarrollar evaluaciones tempranas de salud mental.

 ¿Quiénes lo hicieron posible?

Felicitamos a los investigadores de IPOPS David Villarreal-ZegarraC. Mahony Reátegui RiveraSharlyn Otazú-Alfaro, y Gloria Yantas-Alcántara por la publicación de este importante estudio. Además, felicitamos a los coinvestigadores del estudio Percy Soto-Becerra y GJ Meléndez-Torres

 

Pueden leer el artículo completo en: https://link.springer.com/article/10.1007/s00127-023-02446-8

Nota: Portada del artículo publicado.

Nota: Cambios en el tiempo de los sintomas depresivos en Perú.

Autores

David Villarreal-Zegarra 1,2
Mahony Reátegui-Rivera 1,3
Sharlyn Otazú-Alfaro 1
Gloria Yantas-Alcantara 1
Percy Soto-Becerra 4
J. Melendez-Torres 5

Filiaciones

1 Escuela de Medicina, Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú.
2 Instituto Peruano de Orientación Psicológica, Lima, Lima, Perú.
3 Unidad de Telesalud, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
4 Universidad Continental, Huancayo, Perú.
5 College of Medicine and Health, University of Exeter, Exeter, Reino Unido.

Correspondencia

davidvillarreal@ipops.pe

Programas de salud mental de pregrado y segunda especialidad en el Perú

By Artículos científicos, Investigación, Unidad de investigación en salud mental No Comments

Investigadores del Instituto Peruano de Orientación Psicológica (IPOPS), acaban de publicar un estudio titulado “Características de los programas de salud mental de pregrado y segunda especialidad en el Perú: un estudio transversal” en Human Resources for Health, una prestigiosa revista de salud pública que está indizada en SCOPUS (Q1).

Este estudio tuvo como objetivo describir la oferta de formación y la disponibilidad de profesionales requeridos por el Ministerio de Salud para el manejo de problemas de salud mental en la comunidad.

¿Qué encontramos?

A nivel nacional, se encontraron 214 programas de pregrado ofrecidos en 64 universidades. El 39% de la oferta nacional en educación en salud mental se encuentra en la capital del país, en su mayoría programas de psicología y tecnología médica, mientras que el 33% de todos los programas de pregrado en salud mental son ofrecidos por universidades públicas, en su mayoría programas de trabajo social. En cuanto a los costos por semestre, las universidades privadas pueden oscilar entre 1,8 y 29,5 salarios mínimos (USD 409,50 a USD 6863,75), dependiendo de la carrera, siendo más costosas las carreras de medicina y psicología.

Nuestro análisis incluyó 55 programas de especialidad, de los cuales el 47% se ofrecen en la capital de Perú y el 51% provienen de universidades públicas, donde los médicos y enfermeras fueron los principales destinatarios de los programas. En cuanto a los costos por semestre, las universidades privadas pueden oscilar entre 3,5 y 51,6 salarios mínimos (USD 825 a USD 11 986), siendo más costosas las carreras de medicina y enfermería. Por otro lado, la duración de los programas oscila entre 1 y 3 años.

En cuanto a los programas de subespecialidades, se encontró que 7 programas son exclusivamente para médicos, todos ubicados en la capital y con un 43% provenientes de universidades públicas, mientras que el costo en universidades privadas puede oscilar entre 22,5 y 39,3 (USD 5238 a USD 9138) salarios mínimos con una duración de 2 años.

¿Qué implicancias tiene en la salud pública?

La escasez de personal impide la expansión de la atención de la salud, la implementación de políticas y la estructuración de los sistemas de salud. Una propuesta para aumentar el acceso a los programas de formación es descentralizar la oferta y evaluar la pertinencia de los criterios de selección y admisión. Un referente para aumentar el acceso a la educación superior fue Brasil, que financió una red de universidades públicas y trató de consolidar la educación a distancia. Otra estrategia para abordar las barreras geográficas es el modelo de aprendizaje electrónico. Sin embargo, esta opción requiere acceso a Internet, dispositivos electrónicos, personal especializado para diseñar los programas, adaptar el e-learning a la realidad de los participantes y capacitar a los maestros. Además, para asegurar la permanencia de los estudiantes universitarios, se pueden implementar becas que ayuden a cubrir ciertos gastos de la vida universitaria como lo hizo Chile o ampliar la educación haciendo que el sistema de salud central o regional establezca alianzas o apoye a los postulantes con el pago de programas existentes en universidades privadas.

Por otro lado, el reparto de tareas es una respuesta alternativa a la escasez de personal que se ha implementado en los países de bajos y medianos ingresos, ampliando el acceso a la atención de la salud mental y disminuyendo la brecha de tratamiento. Su enfoque está basado en la comunidad y permite la colaboración entre profesionales de la salud y no especialistas aumentando la disponibilidad de personal. Sin embargo, su eficacia depende de la financiación, la formación continua y la participación activa de los líderes comunitarios y otras partes interesadas.

¿Quiénes lo hicieron posible?

Felicitamos a los investigadores de IPOPS

Jackeline García-SernaGuillermo Almeida-HuancaAna Lucía Vilela Estrada y David Villarreal-Zegarra por la publicación de este importante estudio. Además, felicitamos a los coinvestigadores del estudio Jeff Huarcaya-Victoria y Jessica Hanae Zafra-Tanaka.

Pueden leer el artículo completo en: https://human-resources-health.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12960-023-00805-9

Nota: Portada del artículo publicado.

Nota: Distribución de los programas de pregrado y segunda especialidad por región.

Autores

Jackeline García-Serna1

Guillermo Almeida-Huanca1

Jeff Huarcaya-Victoria2,3

Ana Lucía Vilela Estrada1

Jessica Hanae Zafra-Tanaka4

David Villarreal-Zegarra1,5

 

Filiaciones

1 Instituto Peruano de Orientación Psicológica, Lima, Perú.

2 Escuela Profesional de Medicina Humana, Universidad Privada San Juan Bautista, Filial Ica, Ica, Perú.

3 Unidad de Psiquiatría de Enlace, Departamento de Psiquiatría, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, EsSalud, Lima, Perú.

4 Escuela de Medicina, Universidad Científica del Sur, Lima, Perú.

5 Centro Sudamericano de Educación e Investigación en Salud Pública, Universidad Privada Norbert Wiener, Lima, Perú.

 

Correspondencia

davidvillarreal@ipops.pe